viernes, 1 de septiembre de 2023

Humana

Humano,

vi tu rostro, apenas una sonrisa esbozaba,

¿Acaso los años arrebataron la humana expresión?

¡No hay arrugas!, ¡no hay gestos!,

Tu frente adornada de saltonas, verdeazules venas

finas, largas, cortas; 

seguro tienen una historia que contar.


Más de nueve décadas en el tejido tiempo,

Más de acumulados suspiros, como hojas en el viento,

y este envoltorio, cada vez más frágil,

las manos delicadas, de dedos largos y delgados,

se entretienen suavemente en su regazo,

que tiene atuendos mullidos y suaves,

como un verso callado en un libro antiguo y grave.


Su caminar lento, lento, pausado,

un dorso perfecto, una mirada firme

ella se desplaza a voluntad,

bajo el sol radiante o la lluvia serena,

como un verso que danza en la brisa suave,

esta su cuerpo y alma en armonía plena.


Se permite involucrarse en los destinos de los que le rodean,

se concedes el juego de ser benevolente,

quiere ser dura, más no puede.

En su semblante,

una mueca imperceptible, salir quiere.


Pero...

¿En qué piensas, muñequita de porcelana añeja?

¿Qué urde tu mente de dulzura ensoñada?

Los años han pasado y sobrepasado tu experiencia,

Has vivido a través de los demás, no por ti misma,

¿Dónde quedan tus herencias vivas?

¿Dónde están tus ramas y tus frutos?


No, no has vivido solo por ti, 

sino en el eco de quienes te rodean,

Oh, humana, humana,

Muñeca del pasado, como aquella que proteges,

la de tus días de juventud,

Hablabas, cantabas, llorabas,

como esa muñeca que 

Hoy, en solitario, adorna el sofá, serena y entera,

muñeca de porcelana añeja.




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