miércoles, 3 de julio de 2019

Regina la coiffure encantadora

Regina era una niña que le gustaba jugar a hacerle hermosos cortes de cabello a sus muñecas.
Un día se cansó de jugar con ellas y de tanto practicar, logró manejar las tijeras con gran destreza.
Su madre no sabía cómo distraer a Regina de su juego preferido así que la puso a realizar todas las tareas de la casa.

-Madre, lo haré si me dejas cortarte el cabello-, le decía una y otra vez.
-Está bien hija mía pero ten en cuenta que mi cabello no puede jamás ser pequeño, a mí me gusta ver como baila en el viento y como brilla bajo el sol, soy tan feliz con él que no me gustaría que lo hicieras pequeño.
-No te preocupes, todo estará bien-, le dijo.
De inmediato se puso manos a la obra y en un santiamén el cabello lucía más hermoso, largo, frondoso, parecía que tuviera vida y danzara en el aire.

-Hija mía le dijo la madre, haz hecho un excelente trabajo, así que te compensaré, ¡pídeme lo que quieras!.
-Madre, -le dijo-, yo solo quiero una moto para ir por el mundo mostrando mi arte.

-Lo siento Regina querida, -dijo la madre-, no tenemos el dinero para comprar algo así.
- No te preocupes, madre, a partir de hoy yo seré quien se ocupe de ti y de lo que nos haga falta.
Su padre había sufrido un grave accidente en una mina y estaba paralizado de la cintura para abajo y con mucho dolor.

Regina, tenía tal habilidad de transformar a una persona triste de aspecto oscuro, en una persona vivaz y joven, que pronto se ganó la simpatía de todos los que la conocían.
Fue con sus tijeras al pueblo más cercano y empezó a transformar el aspecto adusto en simpáticos y armoniosos rostros. Todos hacían largas colas para ser atendidos por ella, dejándole copiosas propinas. Pronto muchas jovencitas y jovencitos quisieron ser como ella y les pidió les enseñara su arte. Al principio sintió miedo, pero lo venció, y sin nada de egoísmo les dio todo su conocimiento y formó un escuadrón de grandes coiffures que con tijera en mano no solo se ganaban la vida y compraban cuánto necesitaban, sino que hicieron un mundo mejor.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario