martes, 28 de junio de 2011

La historia de Aghata

Aghata era una pequeña niña de 3 años que apenas podía alcanzar la mesa pero ella quería conocer el mundo, entonces un día tomó un lápiz mágico que le habían regalado y se puso a dibujar cómo sólo ella podía hacerlo. Tal vez le pareció que el mundo era también mágico, no lo sé.

Entonces dibujó una perrita a quien puso por nombre Ghales, era pequeña con un hociquito redondito y unos hermosos ojos pardos, que lo decían todo. A partir de ese momento ella sería su compañera de juegos.

Abrió una puerta mágica y se fue a pasear a Italia ese país de los cuentos que alguna vez le habían leído quería conocer la tumba de Julieta. Como en Romeo y Julieta de Shakespeare. Le había escuchado a su madre leerla en voz alta alguna noche. Ella pensó que no existía pero se dio con la sorpresa que sí.

En Verona, cuenta la Historia que Giulietta Capuleti y Romeo Montescchi fueron víctimas de las rencillas de ambas familias. No pudieron casarse porque terminaron muriendo por ese amor que no podía ser.

Cuando llegaron a Verona, Italia sorprendidas caminaron por el parque por donde Romeo merodeaba y por el balcón del cual Julieta solía verlo.

También vieron una hermosa estatua de la bella Julieta. Pero les dio mucha tristeza ver la tumba de Julieta donde muchos visitaban llevando flores y regalos de sus tierras.

En su cuaderno podía dibujar todas las puertas que ella quisiera y podía entrar y salir de lugares insospechados con solo poner su lápiz allí. Ya para regresar solamente cerraba los ojos y pensaba en su habitación, y aparecía de nuevo en su casa como si el tiempo no hubiera transcurrido.


Oh sorpresa cuando regresó, vio que junto a ella seguía la pequeña Ghales, era blanca como la nieve y tan alegre como en su viaje.

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